Yo no quería, pero...

 

            Es cierto que, echando la vista atrás, siempre he estado pegada al boli y al papel.

                 Desde los dibujitos a lápiz en el cole, las cartas, los diarios, las anotaciones de los desternillantes comentarios de mi profesor de Economía en el instituto, hasta las anécdotas de mi vida en Italia, Londres y París, frases como las siguientes se han convertido en el padrenuestro de cada día entre mis compañeros de piso, trabajo y clase:

 

-¡Lucía! ¡Deja de escribir en la agenda ya, que me estás poniendo nerviosa!

-Te vamos a llamar "la papeles" ¡tanto anotar!

- ¿Pero aún sigues escribiendo? ¡Te vas a quedar pegada al ordenador!

-Deberías escribir un libro o un blog.

-Ya pareces Isabel Allende...

-... ¿¿¿Pero  eso también lo vas a anotar??? 

 

                Y es que mis amigos ya me tienen miedo, a veces delante mía no hablan, por miedo a que los taquigrafíe.

 

             Todo ello me ha llevado a finalmente tener, casi por obligación, que hacerlo... escribir un blog.

 

 

 

Espero que lo disfrutéis y os lo paséis en grande leyendo

¡como me lo he pasado yo escribiendo!